Al cabo de un rato llego ella y me dijo que nos fuéramos a la otra puerta que seguro que la abrían (decía que en otros conciertos la habían abierto unos minutillos después, pero claro teníamos menos gente delante). Nos sentamos con ellos, nos dijeron que habían preguntado ya varias veces si iban a abrir todas las puertas y les habían dicho que si. Además en esa puerta daba la sombra y un 19 de julio a pleno sol en Madrid te puede dar los mil males. Faltaban ocho horas para que abrieran las puertas así que había que entretenerse con algo. Las primeras horas se pasaron bastantes rápido, en lo que empiezas a hablar con el resto de gente, te sigues informando de si abren o no la puerta (había que asegurarse) y das un paseito para estirar las piernas llegó la hora de comer. Compramos unos bocatas de tortilla en el bar que estaba al lado y nos sentamos tranquilamente a comerlos. Me había llevado un granizado de limón que tenía en el congelador para tomarlo de “postre”, se supone que lo dejabas unas horas fuera del congelador y ya estaba listo. El problema es que se me salió un poco y me dejó la mochila pegajosa, por suerte había metido cada cosa una bolsita no se me pringo todo. Las chicas se reían porque no se imaginaban que alguien pudiera llevar eso a la cola de un concierto :D Después de comer jugamos un poco al Trivial y es cuando me di cuenta lo vieja que era al lado del resto, les sacaba 10 añitos a casi todas. La noche anterior mi amiga me pregunto si tenía una caja y, como no la tenía, estuvo preguntando en las tiendas hasta que consiguió una… el resultado se puede ver en la foto .
En esto llegaron unos hombrecillos a dejarnos las vallas al ladito y les aplaudimos. Si como leéis, aplaudimos a unos tíos que descargaban vallas de una furgoneta… estamos muy mal. También pasaron los de la limpieza con el chorro de agua limpiando la acera, pero hubo suerte y no nos mojaron. A las 4 de la tarde llego un autobús con los “triunfitos” e Iván (para mi Iván no es un triunfito), y todo el mundo salió corriendo detrás del bus para verles bajar. Me quede tranquilamente en la puerta, si solo les iba a ver un segundo... mejor estar descansada y no darse carreras que quedaba mucho día por delante. Una de las chicas volvió toda emocionada porque Manu le había tirado un beso, que graciosa. Después de un rato pararon dos autobuses, venían del pueblo de Manu eran sus familiares y amigos. Al principio no se fiaban de nosotras cuando le decíamos que por esa puerta también se entraba, pero al final se quedaron allí. Y la misma chica estaba otra vez supernerviosa porque había conocido a la madre de Manu y se había hecho una foto con ella… fue muy divertido. Había una señora, vecina de Manu (creo que se llamaba Antonia), que no paraba de corear su nombre y animar a la gente, era mu salá.
Eso es todo de momento, en la proxima entrega contaré lo que queda hasta instantes antes del concierto...
2 comentarios:
queremos mas, queremos mas, queremos mas!!!!!!
Ole qué pancarta tan bonita!!!!jajajajajajajaja :P
Colatilla.
Trankila que habrá más... según vaya teniendo tiempo para escribir...
Un besazo
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